
Come bien, come rico
Ilustración por Michelle Colonna

CREO QUE EL CUERPO “PERFECTO” ES AQUEL QUE RESPONDE POSITIVA Y ACTIVAMENTE, ES FUERTE, ÁGIL, RESISTENTE, ELÁSTICO, QUE PUEDAS CORRER SI NECESITAS ALCANZAR EL BUS, CARGAR LAS BOLSAS DEL MERCADO...
ANGELA FIQUITIVA
En la sociedad en la que vivimos, especialmente a las mujeres, nos invitan diariamente a juzgarnos y criticarnos por no estar dentro de los “cánones de belleza”, pero detengámonos un momento y pensemos, ¿existe realmente un cuerpo perfecto o una forma de ser perfecta?
Parto por decirles que creo profundamente (después de mucha terapia) que no existe tal cosa llamada perfección. Todas somos diferentes así que el cuerpo ideal para cada una de nosotras es diferente.
Creo que el cuerpo “perfecto” es aquel que responde positiva y activamente, es fuerte, ágil, resistente, elástico, que puedas correr si necesitas alcanzar el bus, cargar las bolsas del mercado, subir escaleras sin agitarte, saltar el charco en la calle y todas esas cosas que tenemos que hacer como mujeres independientes en nuestro día a día.
Pero en nuestro afán por vernos como dicta la sociedad, somos presa fácil de millones de productos, cuentas y «gurús» que nos bombardean con consejos, tips, challenges y opiniones sobre qué debemos hacer y qué no para alcanzar nuestros objetivos físicos, esto hasta el punto en el que ya no sabemos qué es cierto y qué no.
Comparto contigo algunas ideas muy recurrentes, algo así como mitos, que no son lo que dictan:
Si haces ejercicio puedes comer todo lo que quieras. Lastimosamente no es así, al ejercitarnos el gasto calórico de nuestro cuerpo aumenta, eso es cierto, pero de ninguna manera una rutina moderada en el gimnasio o corriendo, compensa la gran cantidad de calorías que tienen los alimentos ultra procesados que en ocasiones componen nuestro estilo de alimentación.
Por ponerles un ejemplo, en una sesión de Crossfit (a un nivel intenso) en una hora se puede quemar en promedio 350 calorías y una hamburguesa normal puede tener 515 calorías.
La alimentación es el 80% y el ejercicio el 20%. Decir esto es como querer sumar peras con manzanas, tener una alimentación balanceada y ejercitarnos son fundamentales a la hora de tener una vida sana y equilibrada, cuando le otorgamos mayor valor a la alimentación, perdemos de vista los grandes beneficios que nos brinda el ejercicio y viceversa.
Ambos factores son el 100% cuando hablamos de calidad de vida. Seamos honestas, a la gran mayoría de personas les da muchísima pereza ejercitarse y si a eso le sumamos esta desafortunada fórmula que juega con nuestra mente, nunca lograremos salir del sedentarismo y sus peligrosas consecuencias.
Un ejemplo práctico: 1. Haces cientos de abdominales diarios para marcar el abdomen mientras comes todos los días en las onces pan blanco con gaseosa; o 2. por el contrario comes ensalada todo el día sin hacer mayor ejercicio que pararte del escritorio al baño en el trabajo. ¿Crees que alguno de los dos enfoques funcionará?
Lo único que importa son las calorías. Es cierto que sea cual sea nuestro objetivo (perder grasa, ganar masa muscular o mantenernos) las calorías son muy importantes porque ellas son la moneda energética de nuestro cuerpo, PERO estas calorías deben provenir de alimentos de calidad.
De nada sirve, en términos de salud, que tengamos un estricto conteo de las calorías que consumimos si estas provienen en su mayoría de empaquetados, embutidos, fritos, precocidos, enlatados; en definitiva ultra procesados.
Si tu objetivo es la pérdida de grasa y estás consumiendo calorías malas, puedes estar pasando hambre. Además, tu salud, que debe ser el objetivo principal, se verá gravemente afectada ya que no alcanzarás los requerimientos mínimos no solo de macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) sino de los micronutrientes (vitaminas y minerales) que son fundamentales para que nuestro cuerpo funcione correctamente.
Si una mujer entrena pesas va a volver como un hombre. Tengo que reconocer que, de solo escribirlo, me hierve la sangre. Lolas, ojalá fuera fácil ganar masa muscular, pero es muy muy difícil, requiere mucha comida y muchísimo entrenamiento. Entrenar con pesas no te va a convertir inmediatamente en una mujer musculosa, eso requiere años de trabajo,
Es importante que sepas que, por nuestra naturaleza, las mujeres tendemos a acumular más grasa, especialmente en la zona de la cadera para garantizar la maternidad y si a eso le sumamos un estilo de vida sedentario, nuestro cuerpo se encontrará en un desbalance peligroso para nuestra salud.
Si bien hacer cardio es importante para fortalecer nuestro sistema cardiovascular, las pesas también lo son para nuestros músculos y esqueleto, además de ayudar a que nuestro ambiente hormonal esté en orden.
Por último, dejemos los estereotipos a un lado, una mujer musculosa no es una mujer masculina, tu feminidad la defines solamente tú, no como te ves o como te ven los demás.
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