Escrito por Melissa Maya
En todos lados había encontrado consejos para superar una tusa amorosa pero, ¿dónde se encuentran unos para sobrevivir a una tusa amistosa? Parece que no es muy común o pocos se han interesado realmente por el tema. Yo viví una larguita, que te contaré a continuación, así como también te compartiré las herramientas de las que me valí para sanarla. Resulta que hace unos cuatro años conocí a una chica. Desde el primer momento conectamos, me pareció muy dulce, extrovertida e inteligente; compartíamos gustos y pasiones, así que fue muy fácil que hiciéramos “match”.
Ella era muy cercana a la familia de mi novio, entonces constantemente compartíamos en eventos familiares. Más o menos año y medio después tuvimos una discusión por un tema de confianza, algo que en su momento no era tan grave, pero que fue el inicio de una época súper tesa para las dos.
La relación se fue deteriorando, ya no confiábamos la una en la otra, el ambiente se puso muy tenso. Pasar tiempo juntas se había convertido en una pesadilla, y como les dije, compartíamos muchos espacios familiares. Ella comenzó a hacer comentarios con los que me exponía y ridiculizaba delante de las personas. Por amigas en común yo me daba cuenta que constantemente se refería a mí de forma muy hiriente; incluso hasta el punto de replicar historias bastante pesadas sobre mi vida, de las que ella no estaba segura y algunas otras que, a pesar de ser verídicas, hacían parte de secretos que yo le había confiado.
Yo soy un poco más tranquila, entonces no respondía de forma directa ante eso, pero sí era muy seria, o como dirían por ahí, muy “mala clase”, tengo el don o la maldición de expresarlo todo con mis gestos, entonces admito que yo también le hacía mal ambiente; no pretendo victimizarme.
Tiempo después me di cuenta de que esa situación había tomado mucha fuerza. Era tanta la rabia y el rencor, que ambas nos habíamos convertido en la antagonista de la vida de la otra; yo constantemente estaba presente en sus conversaciones de forma negativa y ella igual en las mías; el rencor cada vez se hacía más grande y estábamos cargando a las personas que queríamos de esa mala vibra, en lugar de disfrutar de su compañía.
En un momento, yo sentí que estaba haciéndome tanto daño, que decidí hablar con ella, disculparme por haberla lastimado y tratar de empezar de nuevo, para que ambas nos liberáramos de ese peso. Ella respondió positivamente, también se disculpó y en efecto comenzamos de cero. Todo iba bien, pero estábamos muy prevenidas por todo lo que había pasado.
Meses después, dos personas se acercaron a mí a contarme cosas muy fuertes que ella había dicho, que, si bien fueron en el tiempo que estuvimos peleadas, me dolió escucharlas porque fueron bastante graves y completamente falsas. Nuevamente decidí hablar con ella, pero esta vez no nos fue tan bien y de ahí en adelante todo se deterioró totalmente.

“Perdona, regálate ese acto revolucionario de amor propio"
Les cuento que ha sido un proceso muy difícil, porque ella sacó un lado de mí que creía no existía. Por decirlo así, un lado “malvado”. Desconocía a esa Melissa -a mi yo interna- a la que le costaba tanto perdonar, que sentía tanta rabia y rencor por alguien. Y muchas veces me juzgué por eso, pero Lola, quiero que sepas que es algo totalmente normal y que todas llevamos dentro por el hecho de ser humanas. Lo importante es no dejarte vencer por esos sentimientos, sentirlos, llegar al fondo de ellos y trabajar para transformarlos. Así que después de este resumen, aquí te van unas conclusiones y rituales que me ayudaron a perdonar:
1. Ante la acción que te hace daño indaga dentro de ti qué es realmente lo que te incomoda
Una de las cosas que más me incomodaban era cuando Laura hacía comentarios en frente de las personas o a mis espaldas. Y me di cuenta que no era eso precisamente lo que me lastimaba, lo que me hacía daño era el hecho de no ponerle límites, de siempre quedarme callada incapaz de enfrentarla. Y una vez tuve el valor de hablarle, obviamente con respeto, de hacerme sentir, me quité un peso enorme de encima.
Recuerda, nadie te hace daño, las personas van por la vida haciendo cosas y tú decides si te afectan o no. En serio nunca creí tanto en esta frase como con esta situación. Además, los otros son un espejo de aspectos que nos molestan de nosotros mismos, por eso ante cualquier enojo, indaga dentro de ti y trabaja en ti, no esperes que el otro cambie para encontrar esa paz que tanto mereces.
2. La distancia ayuda, pero no trabaja sola, tú también debes darle un empujoncito
Les cuento que ella y yo no nos volvimos a ver, ella me eliminó de sus redes sociales y nunca volví a saber nada de su vida. De ese acto aprendí dos lecciones. La primera es que, si algún perfil te genera sentimientos malucos, huye de ahí, priorízate y no alimentes eso. Cuando ella me borró, en lugar de molestarme, me pareció un paso muy valiente y sensato para ambas, que hasta el momento yo no había sido capaz de dar. Y la segunda, es que aun cuando ya no compartíamos, yo seguía herida, entonces si bien la distancia ayuda, no solo es eso, hay que trabajar más, ¡mucho más!
3. Escribe una carta donde le expreses todo lo que sientes a esa persona, le pidas perdón y le des las gracias
Regálate este ritual de liberación, exprésale todo lo que sientes, pídele perdón porque no somos perfectas, todas cometemos errores y en los conflictos usualmente ambas partes se equivocan. También dale las gracias: siempre vas a tener algo que agradecer a las personas que pasan por tu vida, hasta a ese man que no te valoró, dale gracias porque a raíz de esa experiencia que tuviste con él, ahora eres una mujer más segura, que pone límites y se da su propio valor.
A raíz de esa carta, salí de mi papel de víctima, me di cuenta que también la cagué y valoré muchos detalles que ella me brindó. Como plus, quema la carta y entierra las cenizas en una matica, para que recuerdes que de situaciones difíciles también pueden surgir cosas muy bellas, como la vida.
4. Trabaja en perdonar todos los días y llegará el momento en que lo logres. Incluso puedes ponerle una fecha de caducidad
Yo decidí que todos los días iba a decir y a sentir estas palabras, de forma muy consciente: “te perdono, gracias por lo que me enseñaste y perdón por hacerte daño”, lo hice por varios días hasta la fecha de caducidad, que me sirvió bastante definirla, porque no sé si les pasa, pero cuando se acerca la fecha de entrega de un trabajo, yo saco todo mi potencial, me surgen las ideas más inspiradoras, empiezo a meterle más.
Así mismo me sucedió con esa situación: cuánto más me acercaba a la fecha, sentía que tenía que meterle mucha más energía a sanar, hasta que se llegó el día y me pegué una lloradita liberadora. ¡Ufff! No saben lo que sentí, fue muy bonito.
5. Perdonar no necesariamente implica volver a abrir tu corazón a esa amistad
Esto es de lo más valioso que aprendí, yo siempre he sido una persona de esas que llaman “bobas”, porque perdono todo, doy mil oportunidades, pero esta vez entendí que podía perdonar a las personas y al mismo tiempo confiar cuando algo dentro de mí me dice que ya no debo permitirles entrar de nuevo a mi vida. Así que escucha muy bien a tu corazón y a tu intuición, perdonar a alguien no implica seguir a su lado.
Para cerrar, quiero hacer público un pedacito de mi carta, para que te inspires en la tuya. Y por si la chica de la que hablo lee esto y aun lo necesita, también sea sanador para ella:
“Gracias por impulsarme a practicar una de mis pasiones: el pole dance, me ha regalado confianza en mí y he conocido personas maravillosas. Gracias por inspirarme a amarme más, sé que para ti también ha sido un proceso difícil y me ayudaste a dar el primer paso. Gracias porque muchas veces me brindaste tu hombro para llorar, estuviste ahí para escucharme, darme un consejo o sacarme una sonrisa. Gracias por tratar de salvar animalitos y luchar porque tuvieran un mejor futuro. Gracias, porque puedo decir que has sido una gran maestra en mi vida…GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS”
Lola: siente mucho, no te dé miedo, permítete sentir lo bonito y lo feo, no temas conocer esa versión “oscura” que habita en ti, ¡todas la tenemos!, estamos llenas de matices y está bien. Recuerda que la oscuridad no es más que la ausencia de luz y tú tienes el lindo poder de iluminarlo todo, así que trabaja en transformar ese sentimiento que te hace tanto daño y perdona, regálate ese acto revolucionario de amor propio. Si yo pude, ¡tú también puedes!
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6 Comments
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A mí me pasa algo parecido, pero es con mi hermana y de verdad la quiero muchísimo, me alejo un tiempo y luego volvemos y hablamos y ploff me hiere con sus palabras es díficil y la verdad cuando nos enojamos saca lo peor de mí….ahora último opte por sacarla de mi vida del todo por que creo que me quita la paz….pero me duele.
Hola Ingry. Tenemos una creencia de que debemos permitirle todo a nuestra familia, pero no es así. Si te hace daño, perdona, pero recuerda que perdonar no significa proximidad. Si alejarte te parece lo más sano, no te sientas culpable. Tu prioridad debes ser siempre tú. ♥️
Hola Lola tu articulo me llego, actualmente también decidí alejarme de la persona que consideraba mi mejor amiga por que sentía que cuando estábamos juntas ya no disfrutábamos nuestra amistad, perdí la confianza en ella por que decía muchas mentiras y a veces sentía que no la conocía, ella tuvo un cambio importante en su vida y decidió ocultarla pero si contársela a muchas personas del mi mismo circulo y es la hora y no entiendo y preguntarle seria como dicen por ahi echar al agua a otras amigas que me contaron por que estaban preocupadas no se si hice bien en alejarme pero ella ya sabe que yo se lo que considera grave , y tampoco ha buscado el espacio para hablar que me recomiendas creo que el espacio es importante.
Algo me paso con mi amiga de toda la vida, sentía que ella me tenia envidia, en parte yo a ella, sentía que no le podía contar mis proyectos porque le daba rabia, ella era super grosera conmigo y decía que yo era la grosera, nunca reconocía sus errores y un día peleamos por un viaje y no nos volvimos hablar, nos dejamos de seguir en redes sociales y creo que fue lo mejor, al principio llore como si hubiera terminado con un novio, pero después entendí que eso no era amistad.
Lo más sano que pudo pasar. Rodéate de personas que te inspiren y te ayuden a crecer. Si no te da buen pálpito, mejor cortar ♥️
Me identifiqué con este artículo, llevo una tusa larga, por qué siento que ella lo supero y aunque suene tonto, ella pudo rehacer su vida con otras personas, me considero también una persona que no expresa fácilmente lo que siente con sus palabras, pero lo dice todo con la cara. Tuve culpas si, intenté arreglar las cosas, también, pero simplemente nuestros pensamientos eran diferentes, pero no niego que aún me duele, y aunque suene egoísta me duele ver o creer que la del error siempre fui yo. Pero continuó trabajando en ello, y este artículo fue lo mejor