
ILUSTRACIÓN POR MANUELA GONZÁLEZ @MANUE1428
Escrito por Hillary Mendoza
Una vez que has sobrevivido a las ganas implacables de colocarte ropa interior multicolor porque nunca está de más añadir un poquito extra de amor, abundancia o paz a tu vida (cualquier parecido con azúcar, flores y muchos colores es mera coincidencia), cuando ya has hecho la digestión de las doce uvas, te duelen las piernas de tanto subirte y bajarte de la silla para atraer un bizcochito nuevo, o el corazón de tanto esperar la llamada del ex, después de que has superado el complejo de mapache y sacas fuerza desde los recovecos de tu ser para ir a desmaquillarte, y tus pechos vuelven a ser libres al igual que la panza, en ese momento entiendes, comprendes, asimilas y aceptas que frente a ti se despliega un abanico de oportunidades con el inicio de un nuevo año, tu año (como todos los anteriores, pero shh) y ha llegado la hora de la limpieza. Sí, ajá, de la limpieza. Nada de empezar el año con cosas viejas, sucio mental, mugre emocional, gérmenes bizcochales. No, nada de eso. Tomarás las riendas y serás la mejor chacha de tu vida, pero… ¿Cómo hacerlo? Tranquila, no es necesario que lo busques en How to. Para las lolitas, presentamos una lista a seguir paso a paso.
- Devuelve todo lo prestado:
Deshazte de cada una de las cosas que ocupan espacio en tu escritorio, en tu clóset, en tu cartera, y no son tuyas. Ejemplo: La franela blanca que te prestó tu mejor amiga para ir a esa fiesta blanco y negro pero a última hora decidiste ir de negro, y la tienes guardada llevando polvo.
- Bota todo lo que no suma, pero sí resta
En esta peculiar sección de tu espacio personal puedes conseguir, a mano derecha, la etiqueta de tu vestido favorito cuando eras niña y la hoja que cayó mientras paseabas con el bizcocho que te gustaba de lejos, a mano izquierda puedes encontrar la caja con las primeras flores que te dio el ex, (ya marchitas como su amor, por cierto), la entrada del cine, entre otros. No con esto quiero decir que elimines recuerdos, pero no todo recuerdo tiene que tener un objeto que lo materialice. Acá encaja el vestido que compraste dos tallas menos por error que reposa plácido en tu clóset esperando a quedarte para que lo saques a pasear.
- Limpia tu cuerpo
En lo personal, no hay nada que me haga sentir más lista para iniciar el año que un corte de cabello, quedando el marcador: Puntas quemadas, resecas y abiertas 0 ― Lolita 1. Puedes intentar con exfoliaciones, baños con esencias, limpiezas faciales, manicure, blablablá.
- Termina lo que tienes pendiente del año pasado
Aquí encaja el libro que te parecía súper interesante pero lo dejaste a medias porque conseguiste uno aún más interesante, hacerle respaldo a las fotos del móvil y eliminar las selfies desenfocadas, llevar ese jean a que le corten el ruedo, quedar con esa amiga que no ves desde hace añales.
- Haz listas
Comienza una con metas para el año que sean factibles y posibles que te lleven a esa que parece imposible, es decir, cambia “ser millonaria” para “ahorrar 30% de mis ingresos”. ¡Roma no se construyó en un día!
- Desecha todo aquello que no te haga feliz
Y no bromeo cuando digo todo, ¡eh! Personas, recuerdos, situaciones, objetos, vínculos, TODO. Para sanar la herida necesitas los bordes limpios.
No es tan difícil (bueno, sí) pero no hay mejor premio que liberarnos de los pesos que arrastramos todo el año anterior. ¡Inténtalo!
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