Ilustrado por: Chaba Gómez

EL FENÓMENO DIGITAL ES MUY DIFÍCIL DE CONTROLAR, SOMOS COMO LOS CONEJILLOS DE INDIAS DEL “FUTURO” Y NOS ESTÁ QUEDANDO GRANDE PORQUE UNA HERRAMIENTA QUE DEBERÍA SER PARA CONECTARNOS Y MOSTRARNOS LA DIVERSIDAD DEL SER HUMANO SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN UNA MANERA MÁS PARA ENAJENARNOS.

SUSANA RAVE

Repitan después de mí: Perfiles vemos y realidades no sabemos.

Todo tiempo pasado fue mejor y si no me creen, piensen que hace cincuenta años nuestras abuelas no se mataban la cabeza creando fakes para ver a la ex de sus novios (además tenían más capa de ozono) y es que no se trata de satanizar las redes sociales, pero sí de aprender a controlarlas. Por eso les vamos a presentar las tres reglas universales sobre internet y el manejo de redes:

1. Nadie tiene una vida tan perfecta como la muestra (¿o es que esperan que alguien suba una foto llorando?).

2. Nunca muestres tu cara en un nude.

3. Todos somos lindos con el filtro de perrito en Snapchat.

Internet nos está creando varias frustraciones, porque ahora no solo somos nosotras y las inseguridades que los medios tradicionales han impuesto en nuestras tías o abuelas y que ellas nos han sabido transmitir pues a estas se suman unas nuevas como: tal influencer tiene un novio que es divino y se muere de amor por ella, aquella viaja más, el gato de pepita es más peludo que el mío, quiero rumbear como @noséquien.

El fenómeno digital es muy difícil de controlar, somos como los conejillos de indias del “futuro” y nos está quedando grande porque una herramienta que debería ser para conectarnos y mostrarnos la diversidad del ser humano se está convirtiendo en una manera más para enajenarnos a un sistema y repetir las mismas poses, volvernos todas mujeres divinas para mostrarnos en Instagram, pero hacernos morir de susto en el cuarto antes de dormir porque la foto para la que tanto nos esforzamos no tiene los likes que creemos se merece.

Nos volvemos esclavos sin darnos cuenta de todo eso, empezamos a cargar con cientos de energías que no deberíamos y eso nos vuelve locas como a Britney y a Miley las volvió locas su fama de adolescentes por eso en Lolas hoy te queremos proponer unos simples tips para que hagas tu propio détox digital:

*Deje de stalkearlo compulsivamente. Sí, usted sabe a que me refiero porque lo pensó cuando leyó la primera línea a eso que la atormenta deje de darle el poder llámese blogger ultra flaca que viaja mucho, novia del ex o incluso ex.

*Usted no está obligado a reportar cada segundo de su vida en redes, recuérdelo. No tiene porque “demostrarle” a nadie nada así que si se fue de paseo y no tomo ni una sola foto para publicar está bien.

*No tiene porque seguir a nadie por compromiso, llámese lolita que en el colegio le caía mal o mejor ex amiga con la que se siguen por pura hipocresía NO,NO Y NO. Bórrelos y deje de amargarse cada vez que suba una foto.

*Si es en pro de su salud mental usted esta en todo el derecho de borrar a su ex o de bloquearlo, no importa si la gente cree que es inmaduro o no reconocer que en algunas ocasiones tenerlo ahí hace daño porque stalkearlo es una tortura y cortarlo de raíz es muy responsable con la salud mental de uno.

*Si esa fashion blogger o influencer que sigue últimamente la hace sentir mal con usted misma en lugar de inspirarla usted también está en todo el derecho de eliminarla.

*Deje de comparar su vida con la de los demás, la gente también tiene problemas, aunque en redes parezca que no, es que es obvio que van a preferir subir la foto en piscina que la del recibo de Spotify que no tienen para pagar.

*Suelte el celular, deje de obsesionarse con él y piense en todo el tiempo que podría estar utilizando en algo útil en lugar de estar ahí perdiendo el tiempo bajando hasta la última foto de alguien que seguramente es completamente inaportante en su vida.

*No sea chismosa, no esté pendiente de si X bizcocho borro o no las fotos con la novia para saber si terminaron, no se alegre por la desgracia ajena.

Siga estos pasos, le aseguro que va a volver una vida más tranquila, y recuerde repetir después del détox digital: perfiles vemos y realidades no sabemos.