Cuando les pregunten por el novio, respondan que su misión es tener muchos novios por el mundo y que no pudieron decidir a cual llevar a tan magno evento.

Ilustración por Mariana Cano

LA IDEA NO ES VER ARDER EL MUNDO NI ENTABLAR BATALLAS SIN SENTIDO QUE DAÑEN EL AMBIENTE. LA IDEA ES DARLES UNA LECCIÓN DE PRUDENCIA Y QUE USTEDES SE DEN CUENTA QUE ESTAS SITUACIONES NO TIENEN POR QUÉ ROBARLES LA PAZ.

LOLAS

Navidad, Navidad, Navidad: época para pasarla bien con quienes queremos, época para plantearnos nuevos propósitos para el año siguiente, época para darnos una medalla por todo lo que logramos y superamos durante el año.

Pero mis queridas lolas, no nos mintamos: también puede convertirse en una época un poco estresante o irritable para las que nos encontramos con nuestras familias –sin dejar de lado que es un privilegio poder seguir compartiendo y contando con su presencia en nuestras vidas-, ya sea porque a veces no nos sentimos en sintonía con ellos, o porque simplemente suelen dar opiniones que no estamos pidiendo o hacen preguntas que no esperamos y nos incomodan.

Por eso, como sabemos que no somos las únicas que nos identificamos con esta situación, les compartiremos 4 consejos infalibles con los que saldrán triunfantes de sus reuniones familiares en Navidad y no volverán a sentir deseos de salir huyendo cada que se encuentren con esa tía que siempre las ve muy gordas o muy flacas u ojerosas.

1- Ante preguntas jartas como “mija, usted tan linda ¿por qué lleva tanto rato sin novio?”, simplemente sonrían y pregúntense si de verdad vale la pena perder su estado zen navideño por tales comentarios. Ustedes más que nadie saben que si siguen solas es porque aprendieron a ser selectivas y que su ser y tiempo, no se comparten con cualquiera.

Incluso, si lo suyo es el sarcasmo y no quieren quedarse con la espinita, pueden decirles que su misión es tener muchos novios por el mundo y que no pudieron decidir a cual llevar a tan magno evento.

2- Cuando se acerque a abrazarlas en exceso o a decirles lo lindas que se han puesto, el tío o amigo cercano a la familia que está ebrio, asegúrense de que las escuchen los que las están rodeando y pregunta en voz alta “¿por qué seguimos invitando a este señor”? No tienen por qué soportar tal situación y lo ideal es que los demás también estén alerta.

3- Cuando llegue la tía que ven cada año a decirles que por qué subieron o bajaron de peso o que por qué están tan demacradas, de nuevo sonrían con la seguridad que las caracteriza y respóndanle que afortunadamente han tenido cambios físicos que las hacen sentir feliz con lo que son y que lamentan que ella aún siga siendo esa persona que busca incomodar a los demás, haciendo comentarios sobre su apariencia.

4- La idea no es ver arder el mundo ni entablar batallas sin sentido que dañen el ambiente. La idea es darles una lección de prudencia y que ustedes se den cuenta que estas situaciones no tienen por qué robarles la paz. Háganse sentir, disfruten, coman y brinden, porque esa incomodidad no la van a volver a sentir el próximo año.

¡Salud y feliz Navidad, queridas lolitas!